¿Para qué engañarme? Sigo siendo yo.
Sigo siendo esa niñita que era hace unos años que se conformaba con llegar a las nueve a casa y pasar la tarde con los
amiguetes. Y sigo pensando lo mismo que hace cinco años: mi primera salida. Fue al parque de al lado de casa, salí a las cinco y llegué a las ocho y media a casa. Y me conformaba porque no tenía edad para más. Con catorce años ¿qué más iba a pedir?
Ahora veo a niños de doce años en la calle hasta las tantas de la noche... Yo a esas horas con su edad estaba en casa dormida.
Hoy en día solo se piensa en ir de fiesta, beber y (algunos) bailar -tengas la edad que taengas-.
¿Es que no hay nada más? No sé... A mí me atrae más la idea de quedarme en casa viendo una buena peli con palomitas y dormirme cuando tenga sueño o en su defecto ir en plan
tranquilito a alguna teteria o jugar al billar, los bolos...
¡LO QUE SEA! Pero no; hoy en día, si no vas de fiesta y bebes no eres normal.
¡Y ME JODE! Porque insisten e insisten pero siempre pongo la misma excusa: "Es que no me gusta beber ni bailar ni las fiestas" Y es la verdad.
Vale que para una ocasión puntual me guste (San Juan, fin de año...) Pero... ¿todos los meses, todos los findes?
¡NI DE COÑA! Además, ¿por qué voy a tener que aguantarme sentada en una silla en medio de un bar a las cuatro de la mañana cuando, si estuviese en casita, estaría bien cómoda en la cama?
¡Y ME LLAMAN ABURRIDA Y SOSA! Más aburridos son ellos que siempre hacen lo mismo:
¡SALIR DE MARCHA!
¿Qué tiene de malo irte un viernes a tomarte un helado al paseo marítimo y volver a casa a las doce y aprovechar la mañana del sábado? Porque esa es otra.... Si te vas de marcha, la mañana del día siguiente la pierdes durmiendo.
¡POR FAVOR QUE HAY QUE APROVECHAR EL VERANO! Después nos quejamos en invierno de que el verano pasa rápido; normal, si solo duermes...
En fin, me alegro de ser como soy. De ser diferente. No de tener que depender del alcohol para divertirme. Respeto a los que les gusta salir de fiesta, por supuesto, cada uno que se divierta como quiera pero estoy harta de que siempre me digan que no salgo porque salgo más que ellos, a lugares diferentes y hago cosas diferentes. Eso es todo.
¡Y espero no cambiar! Y si a mis diecinueve años no lo he hecho, no creo que lo hago más mayor.