Y es que, todavía recuerdos los días que pasábamos juntas. Los días que tú me preguntabas cosas que me daba vergënza contestar. La de cosas que hemos hecho juntas... ¿Te acuerdas cuando hacíamos esos postres? ¿Esos que nunca me comía pero que me encantaba preparar a tu lado? Sí, yo todavía lo recuerdo.
Un día me prometiste que nos iríamos las dos; tú y yo solas, a Madrid. Ida y vuelta en el mismo día. Y me encantó la idea... Pero ya no puede ser. Es demasiado tarde.
Y bien sabe Dios que me encantaría volverte a ver y que me llamases como tú solo me llamabas.
Solo espero que algún día nos volvemos a reencontrar, sea donde sea que estés.
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